Subsuelo
Autor: Marcelo Luján
Editorial:
Revólver (Argentina)
Salto de página (España)
Son adolescentes. Es verano. Una noche de viernes de final de verano. Son niños bien. Con casa en el valle. Con coche propio. Con padres relajados que beben whisky importado mientras ellos juegan a ser mayores. Mientras procuran la seducción en el roce de los pies que cuelgan en la piscina. Es verano y al chico le gusta la chica. Y hace calor y van a comprar hielo. Es ahí cerca. Pero no importa. La tragedia no entiende de distancias. Las mentiras no reconocen afectos. Ni vínculos.
Subsuelo es una historia inquietante que va dosificando el aire del lector desde el principio. No te ahogas pero casi. Con un estilo magistral, Marcelo Luján va soltando con suavidad el hilo de la verdad. Va y viene en el tiempo despejando capas, descomponiendo la mugre que encubre a esta familia repleta de secretos turbios que hacen de su vida un terreno fangoso intransitable.
No hay tortura como la culpa. No hay posibilidad de pagarla ni chantaje que la sobreviva. Subsuelo asfixia a paso lento y con una narración exquisita, con una prosa sobria e impecable que elude cualquier artificio.
La memoria que no tolera el olvido, que suena, que se huele, que presagia. Los secretos, las mentiras, la perversión siniestra, incómoda. Todo acontece en Subsuelo y lo hace con un estilo prodigioso que te encierra entre los muros de ese retiro idílico burgués, con abedules frondosos y cerezos legendarios, donde hasta las hormigas se multiplican sin control como una plaga invasora que los castiga.
“A nadie le importa dónde aparecen los muertos”. En Subsuelo te colocan al filo del abismo. Una novela soberbia que trasciende el género para engrandecerlo. Tremenda.